domingo, 21 de febrero de 2016

Receta para cambiar e innovar la educación peruana en el 2016

Si a un chef le sale mal una torta usando una determinada receta, repetir la receta no producirá una mejor torta. Tampoco el cambio del recipiente, horno, marcas de los insumos o subir el sueldo al chef. Mejorará si mejora la receta. 
Cabe la analogía con la educación peruana. El hecho de mejorar el contexto de la vida escolar, mejorando infraestructura, equipos, materiales, presupuestos, sueldos de los profesores, etc. no mejorará el aprendizaje de los escolares que ocurre dentro de la clase, a menos que se modifique el currículo y la pedagogía que vincula a profesores y alumnos para producir mayores aprendizajes.  
El Perú viene insistiendo con una receta heredada del siglo XIX que tuvo cierto éxito hasta mediados del siglo XX pero dejó de funcionar bien conforme se desarrollaban las nuevas concepciones psicopedagógicas y las tecnologías de la información, particularmente desde la universalización de internet y las telecomunicaciones inalámbricas. Profesores y alumnos no hablan el mismo lenguaje y usan códigos valorativos y de comunicación diferentes. Las realidades de la disolución familiar, la invasión de los multimedios y una vida política caracterizada por la informalidad, pérdida de principio de autoridad, legalidad, honestidad y justicia han creado un contexto en el que los alumnos tienen intereses, formas y ritmos de aprendizaje e interacción y capacidades muy distintas a las que los profesores de las generaciones anteriores tenían como referentes. 
Siendo así, la pregunta es ¿qué enfoques curriculares y pedagógicos son más pertinentes para estos tiempos? Hay dos posibilidades. Una, mirar lo que hacen otros y pretender “copiar” de ellos lo que parezca funcional (cosa que rara vez funciona porque son contextos y actores diferentes e irrepetibles). La otra, inventar en el Perú el currículo, metodologías de trabajo escolar y enfoques pedagógicos que den resultados para nuestro contexto.
Esa innovación no puede surgir de una definición que haga el ministerio. Tiene que surgir de las experiencias de aula que maestros innovadores generen en los diversos colegios del Perú. Para ello deben sentirse estimulados para innovar, de modo que todos puedan aprender unos de otros. Esa política de estímulo a la innovación  que convierta al Perú en un gran laboratorio de experiencias educativas innovadoras es lo que falta anunciar a los candidatos presidenciales.

León Trahtemberg.

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